Los vinos de la DO Valencia contados por sus mujeres

En el día Internacional de la Mujer, nos hemos propuesto conocer un poco más a las mujeres que se esconden detrás de grandes vinos de la Denominación de Origen Valencia.

Sabemos que desde que existen evidencias, en las zonas vitivinícolas, las mujeres participaban del trabajo en el campo con tareas de viticultura; “ayudaban” a sarmentar, vendimiar y realizar todo tipo de labores de la viña junto al resto de miembros de la familia.

Las escuelas de enología, los puestos de responsabilidad en bodegas, Consejos Reguladores etc. tardaron un poco más en verles entre sus integrantes.

Hoy, afortunadamente podemos decir que muchas bodegas, marcas y vinos se firman con nombre de mujer.

Mayte Polo es Gerente en Bodegas Polo Monleón. Desde que nació, su historia en el mundo del vino ha ido desarrollándose como un buen Reserva. Empezó como espectadora “mi padre y mi abuelo tenían una bodega y mis hermanos y yo hemos crecido, primero como espectadores viéndoles trabajar y más tarde como parte activa, ayudando en los trabajos de embotellado, de vendimias, labores en las viñas…” hoy en día, su labor se centra en la parte de gestión y administración de esta bodega del interior de Valencia. Al preguntarle por sus vinos, nos queda claro que cuando dice que la mujer aporta equilibrio, sensibilidad y elegancia no miente: “elaboramos un vino que representa fielmente la zona alta y montañosa donde cultivamos las uvas: son vinos frescos como nuestro clima, con aromas a monte, limpios y brillantes como nuestro cielo y secos como nuestro ambiente”.

Mari Paz Quílez es la enóloga de Vegamar Bodegas, su sonrisa siempre presente y su buen olfato han ayudado a esta Bodega a posicionarse en el sector como referente en vinos de calidad, reflejo de la tipicidad de la zona, nuestro clima y variedades autóctonas: “Los vinos valencianos están viviendo un momento muy bueno, hay un aumento del consumo de vinos de calidad y los nuestros están dando la cara”.
Al preguntarle por el papel de la mujer  “Hoy en día las mujeres pisamos fuerte en el mundo del vino, aportando nuestra sabiduría, nuestro saber hacer y nuestro corazón en todo lo que hacemos. En Vegamar hay una gran cantidad de mujeres trabajando, desde la responsable del departamento de marketing, exportación, bodeguera o yo misma entre otras. Espero que sigamos  sumando en este mundo tan bonito y apasionante que es el mundo del vino”
Encarna Recio es socia productora y ha formado parte de la Junta Directiva de la Bodega Santa Bárbara de Titaguas. De familia de viticultores, es claro ejemplo de fortaleza y sabe bien las dificultades que uno encuentra al practicar la viticultura de alta montaña. En 2018 decidió iniciar un proyecto para elaborar vino ecológico a partir de sus propias viñas, de esta iniciativa nació el vino 2L: “he trabajado mucho para demostrar que tenemos un producto de gran calidad”.  Orgullosa de sus orígenes resalta la importancia de conseguir mayor superficie de cultivo y trabajar en la viabilidad de los proyectos.
Mª Ángeles Cuenca es Gerente en Bodegas Los Pinos. Llegó al mundo del vino de forma circunstancial: “Buscábamos una casa para pasar temporadas vacacionales y un conocido nos habló de una casa en Fontanars, la vimos, nos gustó y resultó que tenía una bodega. Lo que en un principio fue un problema, acabó convirtiéndose primero en afición y luego en pasión”. Para Mª Ángeles el papel de la mujer en el sector del vino podría definirse como enriquecedor: “Las mujeres también somos consumidoras de vino, nuestra opinión para elaborar vinos que también gusten a las mujeres es fundamental. Además, una parte muy importante en una bodega familiar pequeña, es el departamento comercial, en este campo las mujeres también tenemos otra visión”.
Ana Calvet es la Gerente de Baronía de Turís, aunque sus inicios profesionales en el sector del vino fueron en Anecoop. Desde su amplia experiencia profesional nos habla de la intuición y empatía femenina y de su carácter emocional: “somos más minuciosas y pasionales”, el contar con  mujeres en el mundo del vino aporta equilibrio. Nos cuenta, que en sus inicios  tuvo algunas dificultades para negociar porque había mercados en los que la presencia femenina no era habitual, pero “hoy en día, se puede decir que hay mujeres en todas la áreas: hay sumilleres, presidentas, secretarias generales de Consejos Reguladores, periodistas especializadas en vino y gastronomía, ingenieras agrónomas que velan por buenas prácticas en viticultura etc.”  
Libertad Madrid es la subdirectora de Bodegas Arráez. Hija de viticultor define el vino valenciano como un vino singular, con carácter “nos diferencia el esfuerzo, el buen hacer y la innovación”. Su energía es contagiosa, como esperamos que sea su deseo de futuro; ilusión, que entre todos consigamos dar a conocer los vinos de Valencia y nuestras uvas autóctonas como se merecen. Para ella las mujeres juegan un papel relevante en el sector “tenemos un sexto sentido que ayuda a mejorar el sector del vino. Las mujeres aportan una visión profesional y humana”.

Carmen Martínez es la Secretaria General del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Valencia. Lleva la viticultura en la sangre “empecé cortando uva con mi padre… el sol, la uva moscatel, los tractores, la cooperativa”  seguramente de ahí provenga la sensibilidad con la que, desde 1990 lleva a cabo su labor en el Consejo Regulador. Desde que llegara a este organismo, son muchas las vendimias a las que ha tenido que hacer frente, siempre desde una posición discreta, tiene claro  cómo es el vino de la DO Valencia y hacia donde caminar “la cercanía al Mar Mediterráneo, las condiciones climáticas y los suelos hacen que los vinos de la DOP Valencia tengan una línea diferenciadora. Tenemos variedades de uva que no hay en otro lugar y tenemos que conseguir que nuestros vinos tengan el reconocimiento que merecen y que el viticultor tenga una recompensa justa por su trabajo”.

Si algo nos queda claro después de hablar con estas mujeres es que todas ellas viven con pasión el mundo del vino. Sean cuales sean las circunstancias por las que se dedican al sector, todas comparten la sensibilidad necesaria para poner en valor esta forma de vida. Cultivar, elaborar y poner en valor nuestros vinos es un arte que saben manejar. Valoran el trabajo codo con codo con todos los compañeros, independientemente de cual sea su identidad de género, puesto que es la unión de los distintos puntos de vista la que enriquece el resultado final y esto se ve reflejado en nuestros vinos.

Diferentes  ojos con una misma mirada y un mismo deseo ¡Que sigamos cosechando éxitos!

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Nop